Yo,
como buena hipocondriaca que he sido,
me he encontrado muchas veces al borde de la muerte, la enfermedad
terminal y la ruptura psíquica.
Y esto fue lo poquito que aprendí:
-A valorar los pequeños momentos de felicidad como algo único e irrepetible, sin pensar en que tienen que venir los grandes.
-A que pensar en la muerte, no conduce a nada. Mejor dedicarse en vida a "hacerse la maleta", y marcharse con el equipaje necesario para disfrutar del viaje final y su destino.
Y esto fue lo poquito que aprendí:
-A valorar los pequeños momentos de felicidad como algo único e irrepetible, sin pensar en que tienen que venir los grandes.
-A que pensar en la muerte, no conduce a nada. Mejor dedicarse en vida a "hacerse la maleta", y marcharse con el equipaje necesario para disfrutar del viaje final y su destino.
-A
apartar los malos sentimientos, el rencor, la rabia, la envidia, la
pereza... a controlar los pensamientos obsesivos de fatalidad del
estilo
"diosmiovaapasaralgomalolose-ynomellamahabratenidounaccicentemeduelelacabezaseratumorcerebral?diosmiomispadresymisseresqueridosmoriranalgundianopodresoportarlo!!!!!!!"
(Esto no
conduce a nada más que al auto-martirio y a los ataques de pánico)
-A ser agradecida, que es de bien nacida.
-A ser agradecida, que es de bien nacida.
-A
mantenerme cerca de la gente inteligente, bondadosa, de la que ríe
mucho y bien aunque esté loca, a la que me aporta cosas positivas y
me quiere tal como soy.
-A
mantener bien lejos e ignorar a aquellos que sólo me aportan cosas
negativas, a los que se muestran egoístas, a los que tienen una
visión pesimista de la vida y se burlan de la alegría de los
demás.
-A
no poner más de cuatro pastillas de sacarina al café con leche.
-A ver las virtudes de los demás por encima de sus defectos.
-A ver las virtudes de los demás por encima de sus defectos.
-A
levantarme después de un tropiezo, y a retroceder sólo para coger
carrerilla.
Todo
esto no me lo enseñó ningún video, ni las clases de religión, ni
tampoco ninguna película. Me lo enseñó la vida.
También me enseñó alguna pequeña maldad y varias picardías, pero nada importante..
ANA ELENA PENA
También me enseñó alguna pequeña maldad y varias picardías, pero nada importante..
ANA ELENA PENA